Ana se lleva una gran sorpresa al abrir la puerta y ver la familia de Fernando; ya que él nunca la mencionaba nada sobre está, de igual manera Ana los saluda y se porta muy amable con ellos, pero no se imagino que fueran tan diferentes a Fernando.

Ana va todos los días a la casa de Doña Magdalena y de Don Pablo, los padres de Fernando, pues tienen muy buena relación y le gusta mucho la comida casera, y no tanto la de los restaurantes a los que Fernando acostumbra a frecuentar, además Ana se entretiene mucho con las anécdotas que le cuanta Doña Magdalena de cuando su hijo vivía en el campo y ordeñaba las vacas.

Fernando al ver el apego de sus padres con Ana, empezó a compartir un poco más con ellos y a confiarle a Ana sus cosas privadas, como era su pasado y sus nuevos proyectos en la empresa, además lo que implicaba perder uno de ellos.
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Ana se llevo una gran sorpresa al abrir la puerta y ver la familia de Fernando; ya que él nunca hablaba nada sobre está, de igual manera Ana los saludo y se porto muy amable con ellos, pero nunca se imagino que fueran tan diferentes a Fernando.

Ana iba todos los días a la casa de los padres de Fernando, pues tenían muy buena relación y le gustaba mucho la comida casera, y no tanto la de los restaurantes a los que Fernando acostumbraba a frecuentar, además Ana se entretenía mucho con las anécdotas que le contaba Doña magdalena de cuando su hijo vivía en el campo y ordeñaba las vacas.

Fernando vio el apego de sus padres con Ana, así que empezó a compartir un poco más con ellos y le confió a Ana cosas privadas, como era su pasado y los proyectos de la empresa, además lo que le implicaba perder uno de ellos.